El Poder de la Oración

El poder de la oración se hace vida en todo momento si oramos con fe.

¡Qué bueno es el Señor!

Sí, el Señor es muy bueno y Su Misericordia es eterna.

Es maravilloso sentir el Amor de Dios cuando el pueblo se une en oración, y esto, una vez más lo he comprobado en un momento en que nuestras vidas y posesiones materiales se ven amenazadas por las tormentas que llegan a nuestras tierras en forma de huracán.

Lastimosamente, muchos de nosotros no nos acordamos del Señor cuando todo nos va bien, pues creemos que lo que estamos haciendo no necesita de la presencia de Dios porque nuestras fuerzas e inteligencia es suficiente para conseguir todo lo que queremos, y nos acordamos de Él solamente cuando estamos en necesidad o peligro.

Qué diferente sería nuestro mundo si los seres humanos tuviéramos por prioridad a Dios en nuestro corazón… Qué bello sería nuestro planeta…

Pues bien, hablando de huracanes, aquí en la Florida nos vimos amenazados por una súper tormenta, que venía con una fuerza devastadora. Los medios de comunicación predecían que llegaría como un huracán de categoría 5, la más alta de las calificaciones e igualmente la más destructiva.

Categoría	Visntos Sostenidos
2	96-110 mph 83-95 kt 154-177 km/h
3 (mayor)	111-129 mph 96-112 kt 178-208 km/h
4 (mayor)	130-156 mph 113-136 kt 209-251 km/h
5 (mayor)	157 mph o más 137 kt o más 252 km/h o más

El huracán del que les hablo llevaba por nombre Dorian [Precisamente el nombre de un buen amigo… Que Dios te bendiga Dorian 🙂 ]

Había tanto pánico en las calles… Colas interminables para comprar gasolina, gasolineras cerradas, no había gas propano, el agua escaseaba, los supermercados casi vacíos, y por supuesto, el pánico en la gente. Todos estos factores mezclados hicieron de la Florida en esos días un lugar insoportable… ¡ah! Y a esto añadámosle el amarillismo de los canales de televisión que todos los días y a toda hora mostraban información de esta tormenta.

Debido a esto, Dios puso en mi corazón formar un grupo en WhatsApp para orar y pedir a nuestro Dios Padre que tuviera compasión de nosotros y desviara o desvaneciera todas las tormentas que nos pudiesen afectar. Y en mi corazón nació la idea de ofrecer una novena de los cuatro Rosarios (Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos) diariamente.

Creé el grupo y pregunté que si alguno no quería participar me avisara para sacarlo de la lista. El grupo se conformó de 150 personas y solo una ellas se salió, pero inmediatamente, me contactó una amiga y me pidió que añadiera a otra amiga, así que el grupo se mantuvo en 150 personas.

La verdad no sé si todas las personas habrán rezado diariamente los cuatro Rosarios, pero solo por el hecho de haber permanecido en el grupo, sé que generó una gran fuerza espiritual.

Por nueve días envié la invitación a rezar el Rosario, acompañado con la lectura de la Liturgia de las Horas. El primer Rosario, los Gozosos, iba con una mezcla entre el Oficio de Lectura y las Laudes. Para el segundo, los Luminosos, envié mezclados la Hora Tercia con la Hora Sexta. En el tercer misterio, los Dolorosos, iban las lecturas de la Hora Nona y las Vísperas, y al final de la noche, para los misterios Gloriosos, enviaba las lecturas de las Completas.

Y déjenme decirles… Desde el momento en que empezamos a rezar, el pronóstico empezó a cambiar. El principio, la tormenta venía directamente sobre nosotros entrando en categoría 5, pero poco a poco, veíamos cómo se iba moviendo hacia el Este, alejándose de nuestras costas. Fue tanto la fuerza y el poder de la oración, que al final no recibimos ni vientos ni agua.

Un primo mío bromeó diciendo: “Oramos tanto que ni agua nos llegó. La próxima vez oramos menos para que por lo menos caiga algo de agua y nos compense el tiempo que gastamos alistándonos para el huracán”.  :’ ))) :’ ))) :’ )))

Qué maravilloso es cuando el pueblo de Dios se reúne para orar confiadamente.

Qué hermoso es saber que pertenecemos a la Iglesia de Jesucristo: Una, Santa, Católica y Romana.

¿Se imaginan que, como Iglesia, alrededor del mundo nos uniésemos para pedir por la paz mundial?

¿Se imaginan que, como Iglesia, alrededor del mundo nos uniésemos para pedir por el final del aborto?

¿Se imaginan que, como Iglesia, alrededor del mundo nos uniésemos para pedir por el fin de la ideología de género?

¿Se imaginan que, como Iglesia, alrededor del mundo nos uniésemos para pedir por que se esfume el egoísmo del corazón humano y que reine en él el Amor de los Amores?

Sigamos pues unidos en oración para que las catástrofes naturales cesen, el corazón del hombre renazca en el amor divino y para que nosotros no nos apartemos del Señor nunca jamás.

Bendito sea Dios que nos permite pertenecer a Su Santa Iglesia.

Que Dios, San José y María Santísima nos bendigan y protejan.

¡Laudatur Iesus Christus!

iFong

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